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Cuando la voz de su jefe se escuchó en todos los cubículos de la oficina, el community manager no prestó mucha atención. Pensó: «alguien metió la pata», y siguió trabajando en lo suyo… hasta que el hombre moduló su nombre. Sentado frente a quien lo había contratado, sintió un bombazo que no esperaba: «¿por qué no me dijo que no manejaba bien la ortografía y la redacción?». El community no entendía, y solo atinó a decir: «usted no me preguntó».
Ciertamente, dos semanas atrás nuestro amigo había respondido a un aviso de empleo. “Sé manejar redes; sé de informes de métricas; sé utilizar Photoshop; manejo el WordPress… sí, voy a postular”. Postuló. Lo entrevistaron. Lo contrataron… pero nadie, incluso su actual jefe, le había dado importancia a la herramienta indispensable de todo community manager: el lenguaje.
¿Qué pasó? Nuestro amigo cometió un error ortográfico en una publicación de un cliente de la empresa. Lo que pudo ser un generador de comentarios positivos y de un número importante de conversiones se transformó en tendencia, pero por la cantidad de comentarios, retuits, reposteos enfocados en el error, y en lo absurdo que era que una empresa de ese calibre no tuviera a alguien que supervisara lo que se publicaba. En fin, obtuvieron una presencia brutal en las redes, pero por el motivo equivocado. ¿Conversiones? Mmmmm, no. ¿Todavía están tratando de remontar el episodio? Sí.
El caso del relato, lamentablemente, no es una situación aislada. Las fallas de ortografía y redacción están a la orden del día, tanto en el mundo virtual como en el tangible. Quizá le damos menos importancia cuando son mensajes personales (no en mi opinión, por cierto), pero cuando leemos publicaciones de marcas importantes —que usualmente tienen un departamento dedicado a esa tarea— con errores ortográficos o una sintaxis que deja que desear, sabemos que afectará indefectiblemente a la imagen de esa empresa o marca en particular.
La falta de preparación en materia de redacción; la inmediatez con la que suceden las cosas; el no revisar las publicaciones antes de que salgan a la luz, hacen que miles de errores aparezcan en muros, líneas de tiempo, tuits, estados, volantes, publicidad, etc., y como un bumerán golpeen de vuelta al community y a la reputación de su cliente.
¿Hay solución? Sí, ampliar la mirada y entender lo que nunca ha debido obviarse: el trabajo de un community manager, de un especialista en marketing digital, de un redactor de contenido SEO, de un curador de contenidos (son muchos para listarlos todos acá)… no está completo sin el manejo adecuado de la herramienta indispensable para todo el quehacer comunicacional que es el lenguaje.
Primero, asumir que el trabajo va más allá de darle a un botoncito y subir publicaciones a Instagram, Facebook, blogs, Twitter, páginas web… y revisar los numeritos. En esta actividad tanto la forma como el fondo deben ser impecables. El inicio de todo, la base de un buen trabajo, es el respeto tanto a las normas del idioma como al público que va a recibir los mensajes. Sí, puede ser duro que te lo diga, pero cuando escribimos con fallas de ortografía y redacción, le faltamos el respeto a quien recibe nuestras publicaciones. Nuestros errores en algo tan básico como el manejo de la lengua que hablamos denotan una falta de cuidado, poco profesionalismo y desinterés por nuestro público objetivo.
Así como nos preocupamos por tener un CV impresionante en cada función nueva que se pueda ejercer, es necesario mejorar cada día en el manejo de nuestra lengua. No solo redundará en beneficio de cualquier trabajo que realicemos, sino para comunicarnos mejor en nuestra vida cotidiana.
En el caso de marcas que gestionan sus propias cuentas, de firmas que se encargan de manejar dichas cuentas, o de personas que manejan sus blogs y páginas web, siempre existe la opción de dejar la supervisión final de los mensajes a personas que se dedican a la corrección y edición de textos. Más vale una revisión a tiempo que tratar de atajar un gazapo en internet. Click To Tweet
¿Eres community manager y has conocido de una situación parecida a la de nuestro amigo del relato? ¿Has visto algún error en alguna cuenta en las redes sociales que te haya llamado la atención? Cuéntame aquí en los comentarios.
Gracias por leerme.